¿Por qué te sientes hinchada, cansada y ansiosa? Puede que tu cuerpo solo necesite depurar
- Valentina Guida Martinez
- 17 jul
- 2 Min. de lectura

Puede que tu cuerpo solo necesite depurar…
Hay momentos en los que el cuerpo grita, aunque los exámenes salgan bien.
Te sientes inflamada aunque comas “sano”.
Estás agotada al despertar, aunque dormiste 8 horas.
Y hay una ansiedad sutil —o no tan sutil— que no sabes de dónde viene, pero te empuja a buscar consuelo en lo dulce, lo crujiente, lo rápido.
La verdad es que no estás rota. No estás fallando. Tu cuerpo simplemente está saturado.
El cuerpo no solo digiere comida, también digiere emociones, estímulos, hormonas y toxinas
Vivimos en una era en la que todo se acumula:
• Exceso de alimentos ultraprocesados, pesticidas y disruptores hormonales
• Estrés crónico, pensamientos repetitivos y sobreexigencia
• Emociones no digeridas, que terminan almacenadas en el cuerpo
Cuando esta carga supera la capacidad de limpieza del organismo, los emuntorios (órganos de eliminación) como el hígado, intestino, piel y riñones se saturan.
Y lo que no se elimina… se inflama.
Lo que no se drena, se estanca — y lo que se estanca, pesa
Un sistema digestivo colapsado no solo genera hinchazón: también afecta al sistema nervioso, las hormonas y el estado de ánimo.
-El intestino produce más del 90% de la serotonina del cuerpo.
-El hígado regula tus hormonas sexuales, tus niveles de energía y tu respuesta al estrés.
-El sistema linfático recoge residuos metabólicos, y cuando está estancado, todo el cuerpo se siente pesado, cansado, sin claridad.
No necesitas un castigo, necesitas una pausa
Muchas veces creemos que “depurar” significa restringir, pasar hambre o hacer dietas extremas.
Pero depurar, desde un enfoque integrativo, es volver al centro.
Es darle al cuerpo el espacio, los nutrientes y la seguridad para soltar lo que ya no le sirve.
Una depuración profunda no empieza con jugos, sino con:
• Descanso real
• Alimentos funcionales que no inflamen
• Prácticas de regulación emocional
• Liberación linfática y digestiva
• Elección consciente de lo que entra: a la boca, a la mente, al corazón
Lo que sientes es real — y tiene solución
Tu hinchazón no es solo por lo que comes.
Tu cansancio no es flojera.
Tu ansiedad no es debilidad.
Es el lenguaje biológico de un cuerpo que pide cambio.
-Cuando apoyamos al cuerpo con respeto,
-Cuando lo escuchamos en lugar de forzarlo,
-Cuando depuramos con compasión y conciencia…
…empieza a pasar algo hermoso: vuelve la energía, la liviandad, la claridad y el placer de habitarte.
Si este texto te resonó, quizás es momento de preguntarte:
• ¿Qué estoy cargando que ya no necesito?
• ¿Qué se está acumulando en mi cuerpo, en mi mente o en mi rutina?
• ¿Y qué pasaría si empiezo a soltar, suavemente, desde adentro?
A veces, el primer paso no es hacer más.
Es quitar lo que sobra. Limpiar el terreno. Y dejar que el cuerpo recuerde cómo sanar.

